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So Stark Wie Liebe [Rozen Maiden]
por Barasuishou Sáb Dic 01, 2007 6:41 am
Prólogo.
La pareja peleaba por huir… el camino de las puertas parecía a cada momento mas y mas interminable… peor aun cuando cada uno llevaba un bulto en sus brazos, pero no importaba porque ese día solo llevaban sus únicas posesiones valiosas, la chica llevaba a su médium lo mas rápido que sus alas le daban para volar… Esa mujer se daría cuenta de su ausencia pronto y si no se daba prisa iba a perderlos a los tres… y eso jamás se lo permitiría, sujetaba la mano de su médium con todas sus fuerzas y con su otra mano abrazaba al bulto… no lo podía creer… dentro de muy poco tiempo… jamás volvería a verlos y aunque eso la llenaba de dolor… no importaba por que ellos estarían a salvo de las garras de esa mujer… dentro de poco tendría que volver a la batalla junto con sus hermanas … que seguían peleando afuera del espejo.
-Este es el lugar… -dijo la chica jadeando de cansancio a la vez que le mostraba la entrada.
-¡Entremos ahora mismo entonces!-replicó el chico- necesitas descansar… Yo puedo darte de mi fuerza de nuevo… así te recuperarás y…-
-Lo siento… - dijo la chica a la vez que una lágrima bajaba por su mejilla- Pero eso no lo voy a permitir… - replicó besando su frente y poniéndolo a dormir.
La chica lo miró por ultima vez y dejó los bultos de mantas con él en el pasto de ese campo N secreto.
-No puedo permitir que ella los dañe… -dijo deshaciendo los bultos y besando a los niños que dormían tranquilamente en ellos – de verdad lo lamento… pero nunca podremos verlos de nuevo… adiós, mis queridos niños- dijo la chica saliendo del campo N y volando fuera del lugar.
La muchacha estaba profundamente atormentada no podía creer que los había abandonado en ese lugar… pero era necesario… si ella los encontraba… no sabía de que era capaz esa mujer… creía conocerla… pero se equivocó…
-¿Por qué lo hiciste, estúpida?- dijo la segunda mujer atravesándose en el camino de la albina.
-…-
-¿De verdad crees que escondiendo a tu médium de mí podrás vencerme?-dijo la mujer con descaro.
-Tal vez nosotras no podremos contigo… Pero sé de alguien que te hará pedazos cuando se entere de lo que hiciste con nosotras, anciana.- le dijo a la mujer.
-¡¡¿ANCIANA?!!¡¡¿PERO COMO TE ATREVES MOCOSA DEL DEMONIO?!!- gritó completamente exasperada la mujer, deformando su rostro.
-Hace mucho tiempo que dejé de ser una niña… y te lo demostraré aquí y ahora- dijo la chica.
-Tan orgullosa como siempre… eres la digna primera rozen maiden… o tal vez debería decir… la única que sigue de pie… -dijo con malicia la mujer.
-¡¿Qué has dicho?!-
-Dije que solo quedas tú… puedes ser la última… pero sigues sin ser Alice… y así… no me sirves de nada- le susurró al oído.
La chica estaba tan consternada… que no se dio cuenta cuando la mujer la atravesó con el bastón… que solía pertenecer a una de sus hermanas.
-Te lo dije… y te lo diré de nuevo, bruja -dijo la chica que a pesar de la enorme herida que le había hecho en el estomago sostenía sin ninguna dificultad su mirada altiva- Cuando ella despierte… nada ni nadie te va a poder salvar de ella, y no habrá un solo lugar en el que puedas esconderte de su furia- dijo soltando un pequeño gemido de dolor.
-…-
-Ella va a vengar mi muerte… y también la de mis hermanas… Así que cuídate mucho… Artemisa- dijo antes de perder el conocimiento y liberar su flor al exterior.
-… No entiendo a esa mocosa… soltando estupideces hasta el final… ya no hay rozen maiden para pelear… - dijo la mujer algo nerviosa a la vez que absorbía la flor de Suigintou.
La mujer no perdió su tiempo… ya tenía la flor de la última rozen maiden a su colección… por fin podría conocer y controlar esa poderosa arma… por fin sería la dueña de Alice… cuando se percató de lo que en realidad estaba pasando…
-¡¡MALDITA SEA SUIGINTOU!!¡¡MALDITA TÚ Y TU FLOR ROTA!!- se escuchó un grito por todo el camino de las puertas.
-¿Qué es lo que te agobia?-dijo el conejo apareciendo al lado de la frustrada mujer.
-Esa estúpida… logró fastidiarme aún después de muerta… - soltó.
-Déjalas libres…-
-¡¿Acaso has perdido la cabeza?!-replicó la mujer enfurecida
-Suéltalas al mundo humano… cuando se sienta libre… ella misma te revelará donde escondió los pétalos faltantes a su flor… Nunca había pasado nunca que naciera una flor incompleta… ella debe haberla escondido en algún lugar… sigue mi consejo, Artemisa, suéltalas… sé que te costó mucho trabajo reunirlas… pero… como humanas estarán aún mas débiles y desprotegidas de lo que estaban antes y ella te revelará su secreto, no tienes ninguna opción… -
-…-
La pareja peleaba por huir… el camino de las puertas parecía a cada momento mas y mas interminable… peor aun cuando cada uno llevaba un bulto en sus brazos, pero no importaba porque ese día solo llevaban sus únicas posesiones valiosas, la chica llevaba a su médium lo mas rápido que sus alas le daban para volar… Esa mujer se daría cuenta de su ausencia pronto y si no se daba prisa iba a perderlos a los tres… y eso jamás se lo permitiría, sujetaba la mano de su médium con todas sus fuerzas y con su otra mano abrazaba al bulto… no lo podía creer… dentro de muy poco tiempo… jamás volvería a verlos y aunque eso la llenaba de dolor… no importaba por que ellos estarían a salvo de las garras de esa mujer… dentro de poco tendría que volver a la batalla junto con sus hermanas … que seguían peleando afuera del espejo.
-Este es el lugar… -dijo la chica jadeando de cansancio a la vez que le mostraba la entrada.
-¡Entremos ahora mismo entonces!-replicó el chico- necesitas descansar… Yo puedo darte de mi fuerza de nuevo… así te recuperarás y…-
-Lo siento… - dijo la chica a la vez que una lágrima bajaba por su mejilla- Pero eso no lo voy a permitir… - replicó besando su frente y poniéndolo a dormir.
La chica lo miró por ultima vez y dejó los bultos de mantas con él en el pasto de ese campo N secreto.
-No puedo permitir que ella los dañe… -dijo deshaciendo los bultos y besando a los niños que dormían tranquilamente en ellos – de verdad lo lamento… pero nunca podremos verlos de nuevo… adiós, mis queridos niños- dijo la chica saliendo del campo N y volando fuera del lugar.
La muchacha estaba profundamente atormentada no podía creer que los había abandonado en ese lugar… pero era necesario… si ella los encontraba… no sabía de que era capaz esa mujer… creía conocerla… pero se equivocó…
-¿Por qué lo hiciste, estúpida?- dijo la segunda mujer atravesándose en el camino de la albina.
-…-
-¿De verdad crees que escondiendo a tu médium de mí podrás vencerme?-dijo la mujer con descaro.
-Tal vez nosotras no podremos contigo… Pero sé de alguien que te hará pedazos cuando se entere de lo que hiciste con nosotras, anciana.- le dijo a la mujer.
-¡¡¿ANCIANA?!!¡¡¿PERO COMO TE ATREVES MOCOSA DEL DEMONIO?!!- gritó completamente exasperada la mujer, deformando su rostro.
-Hace mucho tiempo que dejé de ser una niña… y te lo demostraré aquí y ahora- dijo la chica.
-Tan orgullosa como siempre… eres la digna primera rozen maiden… o tal vez debería decir… la única que sigue de pie… -dijo con malicia la mujer.
-¡¿Qué has dicho?!-
-Dije que solo quedas tú… puedes ser la última… pero sigues sin ser Alice… y así… no me sirves de nada- le susurró al oído.
La chica estaba tan consternada… que no se dio cuenta cuando la mujer la atravesó con el bastón… que solía pertenecer a una de sus hermanas.
-Te lo dije… y te lo diré de nuevo, bruja -dijo la chica que a pesar de la enorme herida que le había hecho en el estomago sostenía sin ninguna dificultad su mirada altiva- Cuando ella despierte… nada ni nadie te va a poder salvar de ella, y no habrá un solo lugar en el que puedas esconderte de su furia- dijo soltando un pequeño gemido de dolor.
-…-
-Ella va a vengar mi muerte… y también la de mis hermanas… Así que cuídate mucho… Artemisa- dijo antes de perder el conocimiento y liberar su flor al exterior.
-… No entiendo a esa mocosa… soltando estupideces hasta el final… ya no hay rozen maiden para pelear… - dijo la mujer algo nerviosa a la vez que absorbía la flor de Suigintou.
La mujer no perdió su tiempo… ya tenía la flor de la última rozen maiden a su colección… por fin podría conocer y controlar esa poderosa arma… por fin sería la dueña de Alice… cuando se percató de lo que en realidad estaba pasando…
-¡¡MALDITA SEA SUIGINTOU!!¡¡MALDITA TÚ Y TU FLOR ROTA!!- se escuchó un grito por todo el camino de las puertas.
-¿Qué es lo que te agobia?-dijo el conejo apareciendo al lado de la frustrada mujer.
-Esa estúpida… logró fastidiarme aún después de muerta… - soltó.
-Déjalas libres…-
-¡¿Acaso has perdido la cabeza?!-replicó la mujer enfurecida
-Suéltalas al mundo humano… cuando se sienta libre… ella misma te revelará donde escondió los pétalos faltantes a su flor… Nunca había pasado nunca que naciera una flor incompleta… ella debe haberla escondido en algún lugar… sigue mi consejo, Artemisa, suéltalas… sé que te costó mucho trabajo reunirlas… pero… como humanas estarán aún mas débiles y desprotegidas de lo que estaban antes y ella te revelará su secreto, no tienes ninguna opción… -
-…-
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Re: So Stark Wie Liebe [Rozen Maiden]
por Barasuishou Vie Dic 07, 2007 4:55 am
Capitulo 1. La niña y los dragones.
Ya habían pasado siglos y a penas esa terca mujer se decidió a dejar escapar a las flores hace varios años… una por una… Por fin había comprendido que era inútil seguir con ellas a cuestas. Y vaya que se resistió a la idea… Mientras no encontraran el pedazo de roza mística que se arrancó Suigintou… era inútil seguir con las otras, por que Alice seguía incompleta… Y la búsqueda era como buscar una aguja en un pajar, los campos N eran una extensión interminable de puertas que se movían y estaban profundamente conectadas, el conejo decidió que visitaría una última puerta y por hoy sería suficiente, estaba lo suficientemente cansado como para darse por vencido ese día.
-Buenos días Suigintou-le dijo la anciana a la adolescente que salía de la casa.
-Buenos días señora Yashima… -le contestó la chica.
-¡Oh! ¿Por qué aun no me llamas abuela?- le dijo la anciana
-Por que usted no es mi abuela…Lo lamento de veras pero mi familia murió y me temo que lo único que tenemos en común es el cabello blanco- le dijo sonriendo.
-Tus padres me encomendaron cuidarte como si fueras mi nieta… ¿No es eso lo que he hecho?
-Y se lo agradezco mucho- dijo la chica- ¡Ah! Se me está haciendo tarde… Quedé de encontrarme con Shinku antes de entrar a la escuela…-
-¡Entonces corre! Tu amiga debe estar esperándote -^^
-¡Hasta la tarde! ¡Hoy también tengo práctica!-
-¡Souseiseki!-dijo la chica a medio vestir entando a la cocina del apartamento– ¡Esperame desuuu! - ToT
-¡Ni hablar! siempre es la misma historia contigo… ¿Por qué no puedes ser mas responsable?-dijo molesta su hermana gemela que terminaba de comer- Te esperaré… En la escuela. ¬¬
La puerta se abrió, revelando una enorme mansión sucedida de un jardín de rosas, el lugar lucía acogedor y las flores derramaban su fragancia a lo largo del lugar… cuando se volvió atrás se dio cuenta de lo que en realidad ocultaba el lugar. La puerta se podía abrir por fuera. Pero no por dentro. El lugar estaba ocultando algo… así que decidió bajar a investigar… Y no pasó mucho tiempo cuando descubrió al muchacho, era un humano de no mas de 20 años, tenía el cabello negro y no daba ningún indicio de haber envejecido algunos años… estaba recostado en el pasto durmiendo una siesta con un libro de cubiertas rojas entre las manos, seguramente estaba leyendo cuando terminó dormido, y al verlo de cerca, pudo reconocerlo, era el antiguo médium de la primera doncella… ¡Seguramente él podría decirle donde estaba escondida ese pedazo de roza mística! Aunque tuviera que sacárselo por la fuerza. Estaba decidido a atacarle cuando ese susurro lo detuvo.
-Buenos días…-dijo la rubia al verla llegar.
-Buenos días, Shinku… - le respondió la albina.
-¿Qué tal tus vacaciones?... oye… - le dijo - No luces nada bien… ¿Estas enferma?- le inquirió Shinku acercándose a ella.
-Estuve practicando mucho… Y he estado algo cansada últimamente… Pero no estoy enferma… Supongo que debe ser el estrés por el torneo…-dijo pausadamente.
-Pero el torneo de Kendo fue hace 3 semanas… No es para que sigas así… Sé sincera conmigo… ¿Estas bien?-
-¡Por supuesto que lo estoy! ¿Pues quien crees que soy?... ¿Por algo gané, No?... Dejando eso de lado… ¿Por qué estas usando guantes? ¿Acaso se te olvidó que estamos en Julio?- ¬¬
-jeje supongo que tienes razón, vamos… apresurémonos que si no llegaremos tan tarde y nos convertiremos en otra Suiseiseki – le dijo sonriendo y comenzando a caminar.
-Como te atrevas a tocarle un solo cabello… - susurró la voz, soltando inevitablemente una risita infantil que resonó por todo el lugar.
Era la voz de una niña, una niña pequeña… ¿También habría quedado atrapada?, ¡Qué mas daba! A él no le importaba, solo importaba la flor.
-Como te atrevas a hacerlo… Perderás algo más valioso que la vida misma- volvió a decir la voz sin la risita y en un tan dulce tono que era amenazante.
Ya había entrado a clase… Pero por alguna razón no podía poner atención a las palabras del profesor… Era ese malestar de nuevo… Sentía como salía de su pecho y bajaba hasta su cabeza… estaba muy mareada… Era una sensación horrible… Una especie de escalofrío que calaba todo su cuerpo… Y de repente… Toda su vista desapareció, ya no sintió nada y todo ese horrendo malestar se había ido.
Ahora la voz ya no sonaba lejana, estaba en su oído y solo fue un “¡shhhh!” cuando el conejo miró abajo se dio cuenta de que… ¡¡estaba totalmente cubierto por plumas negras!! Intentó forcejear para liberarse y cuando volteó hacia atrás vio a la niña. Sus cabellos eran tan negros como la noche… contrastando con sus pupilas rojas que irradiaban luz como si de fuego se tratara.
Abrió los ojos… ya no estaba en su clase… y frente a ella estaba Shinku mirándola con preocupación.
-¿Q-que sucedió?- dijo intentando levantarse pero el vértigo se lo impidió haciendo que cayera de nuevo en la cama.
-En la enfermería… Te desmayaste… - le dijo acercándose a la cama.
-¿Me desmayé?-
-Sí… Por favor deja de mentirme… ¿Desde cuando comenzaste a sentirte mal?-
-…-
-Lo sabía… ¿Por qué no dijiste nada?
-No quería preocupar a la señora Yashima… además… Ya me siento mejor-dijo levantándose y saliendo de la cama.
-Eres mala mintiendo ¿sabes?... – le repuso la rubia.
-Y tu eres mala intentando ser detective… Has visto demasiado “KunKun” Pero qué importa…-
-Como la señora Yashima está trabajando yo te acompañaré a tu casa-
-De acuerdo…-
-Souseiseki… - le llamó su hermana mayor.
-¿Qué sucede? – dijo la interceptada dejando su vaso en el pasto.
-¿Por qué te vistes como varón?- soltó.
-Por que así me siento más cómoda…-
-Pero todos piensan que de verdad eres un chico -¬¬
-Pues están equivocados – le repuso sonriendo.
-Para ti todo es muy simple… ¿sabias que hay varias chicas que quiere salir contigo?- le dijo a lo cual su gemela escupió la soda que estaba bebiendo.
-¡¡¿Q-Que?!!-
-Así como lo oyes… incluso me han pedido tu numero de celular y toda la cosa…-
-Ayer me encontré con Hiro…
-¿C-como?- le preguntó la albina a su acompañante
-Aun te gusta mucho… ¿No es así?
-No preguntes estupideces…- ¬/¬
-Vaya… veo que aun te puedes ruborizar… Entonces no estas tan enferma… jeje-
-Ya te dije que yo no estoy enferma… Solo estoy cansada… ¿Y cuando te quitarás esos guantes?
-Cuando tu aceptes que estas enferma- ^^
-Bien… Que tus manos se deshidraten en ese caso…
----
-Es una broma… ¿verdad?- le preguntó a su hermana mayor.
-Por supuesto que no desu- ^^
-P-Pero yo no he hecho nada…-
-Lo sé- le dijo la chica – Pero hasta que no te vistas como una mujer de verdad vas a tener que librarlas de ese “pequeño problema” Tú sola desu - ^^
-Te dije que no te acercaras a mi Otosama… -le susurró la niña al oído- pero no me hiciste caso, conejito, jijiji-
-¿Quien eres tú?-le dijo el prisionero a la niña.
-Soy la hija del Conde Haruka Farbustein de Bayrischzell, Me llamo Suzuka Farbustein… Pero… eso ya no importa. Por que vas a morir aquí, es una lástima, me hubiera gustado mucho jugar contigo… Pero no me dejaste otra opción –le dijo la niña señalándole la sombra que se formaba detrás de Laplace y mirando a la enorme bestia negra le dijo una sola palabra que hizo que todos los pelos del demonio se erizaran al ver que la niña… no estaba bromeando –CÓMETELO-soltó la infante de repente a la bestia de plumas negras.
El agarre del monstruo era muy fuerte… Estaba quedándose sin aire cuando lo escuchó… Era el joven que antes estaba dormido y que la niña protegía con sus monstruos.
-Es suficiente, Suzuka.-llamó una voz masculina.
-P-Pero… ¡Otosama! ¡Él quería lastimarte!-
-Lo sé, pero hay algo más importante de lo que quiero hablarle… Ve a buscar a tu hermano, ¿quieres?-
-De acuerdo…- dijo la niña librando del encierro al demonio para salir corriendo a la puerta de la mansión.
-Bien. Dilo de una vez. ¿Qué es lo que quieres de mí?- le llamó el joven.
-¿Tú eres el médium de Suigintou?- le preguntó el demonio levantándose del suelo.
-¿Dónde está ella? –
-En la tierra… a salvo. Por ahora. No pienso dar mas rodeos, humano…
-¿Quieres saber donde esta su flor?- le dijo el joven.
-Sí…-
-Bueno… pues debes saber que aún si supiera donde la escondió, jamás te lo diría… Así que aún no veo la razón por la que estas aquí- ^^
-¿Cuánto tiempo has estado encerrado en esta cárcel?-
-…-
-Ella te abandonó aquí… En esta prisión de sueños… ¿No es así?-
-…-
-Déjame ayudarte. Yo te ayudaré a salir al mundo real… Por favor… Mírate… has estado esperándola solo dios sabe cuanto tiempo su regreso y si ella no se ha dignado a liberarte es por que simplemente no le importa lo que dejó aquí… Ayúdame a encontrar su flor… Y yo te ayudaré a salir… -
-No te creo nada- le dijo la rubia a su amiga.
-Shinku… ya déjame en paz… te dije que no tengo nada... Solo estoy cansada- le espetó entrando a la casa- Ya me dejaste en casa… ¿Por qué no te regresas a la escuela?... –Soltó mas como un jadeó que como una sugerencia.
-¡Por dios! ¿Por qué eres tan orgullosa? Solo estás enferma eso es todo… Vayamos a ver un doctor y tal vez…
-¡Basta! Por enésima vez… ¡Te digo que estoy bien!-
-¡¡Yuki!!¡¡Yuki!! – gritaba la niña en los pasillos de la mansión.
-¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué gritas de esa manera?- le espetó un niño de cabellos plateados.
-¿Qué no te das cuenta, bobo? ¡Otosama esta allá afuera con un desconocido!- le llamó su hermana menor.
-¿Alguien pudo pasar por la puerta?- dijo muy sorprendido.
-Pues parece que sí… Lo que no me explico es por que querrían entrar aquí…-
-Yo tampoco… ¿Eh? ¿A donde vas?- le llamó el pequeño al ver a la niña correr en sentido contrario.
-Otosama me dijo que te buscara… Pero nunca me dijo que me quedara contigo- le dijo sonriendo- Ese demonio debe ser peligroso… ¡Debo ir a proteger a Otosama!-
-¡Espérame! ¡Quiero ir contigo!- ToT
-Y Bien… ¿Hasta cuando vas a reaccionar?- ¬¬
-…-
- Souseiseki… Lo que te digo es serio… Te puedes meter en muchos problemas…- ¬¬*
-En realidad no entiendo por que eres tan terca… -¬¬**
-…-
-es decir, todo se podría arreglar si te comportaras de una manera normal…- ¬¬***
-…-
-¡¡¡Y No me estas poniendo atención!!!- O.ó****
-Ah… Disculpa… es que estaba leyendo esta nota…- le dijo a su hermana que recobraba la compostura.
-¿Una nota?-
-Sí… Parece que llegarán nuevos alumnos en unos días...-
-Ah… Nunca me prestas atención -¬¬
-jeje- ^^U
-Suigintou… Siempre he tenido curiosidad… ¿Por qué te gusta Hiro?-
-¿Qué clase de pregunta es esa?- -.-UU
-Pues… tú sabes que la persona a la que quiero es por que se ha ganado mi cariño… Pero... Hiro no ha dado ninguna señal contigo…-
-Ah… Es eso… - le dijo mientras se recostaba en la silla del comedor.
-Sí… Perdóname que te lo diga… Pero no me parece un chico muy especial…-
-¿Qué quieres decir con eso?- ó.o?
-Pues… No lo sé… Para serte sincera… No siento que estés enamorada de verdad… ¿Nunca lo has pensado?-
-No digas tonterías…- ¬/¬
-jejeje… Cuando te enamoras es algo mucho más grande de lo que he visto en ti. Es como si perdieras el piso… Se te olvidan las cosas… Y sientes como si todas las cosas malas desaparecieran-
-Eso no es estar enamorada… eso es tomar Valium – le dijo riendo
-¿Con que eso piensas? Pues estoy segura que habrá un momento en el que tú sentirás todo eso junto... Y mucho más… Y yo voy a reírme de ti - ^^
-Sí, como no…. - ¬¬U
-¿Y bien?-
-¿Bien qué?- le contestó de manera altanera el joven.
-Déjalo en paz, Laplace- sonó una voz femenina entrando al campo N por una abertura.
-Artemisa…- le dijo el joven.
-Sé sincero… Y no lo hagas por ti… hazlo por esos niños… O… ¿Es que no te importan?- le llamó la mujer.
-¡¡No digas estupideces!! ¡Esos niños son lo más valioso que poseo!
-Igual pensamos nosotros… Nuestro Otosama es lo más valioso que tenemos… Y si él quiere quedarse en este lugar… Nosotros nos quedaremos con él- dijo el pequeño saliendo de la casa- ¿No es así, Suzuka?
-Por supuesto… Si tú deseas quedarte, nosotros nos quedaremos contigo- ^^- Pero… si lo que tu deseas es salir de este lugar… Igual te seguiremos- dijo la niña acercándose a Artemisa, para sonreírle- Disculpa… ¿Pero quién te has creído para dirigirte así a mi Otosama?-
-Tú eres… La hija de la primera Rozen Maiden…- le dijo la mujer.
-Yo no tengo madre -le replicó comenzando a molestarse.
-Suzuka…-le llamó su hermano viendo a la abertura por la que acababa de entrar Artemisa comenzaba a cerrarse.
-Es completamente que nuestro Otosama quiere salir de este lugar…-dijo la pequeña- Así que… Yo misma lo sacaré de aquí-suspiró mientras alzaba las manos al aire y el cielo del campo N se obscurecía… No eran nubes ni nada por el estilo… Eran… ¡Eran monstruos! Bestias hechos de plumas negras… algunos amorfos y otros con forma de enormes serpientes- Ellos son mis mascotas… Y cuidarán de ustedes mientras nosotros no estamos- le alcanzó a gritar a Artemisa antes de entrar por el mismo agujero por el qué ya habían entrado su hermano y su padre.
La puerta por la que cruzaron no era normal… era una sensación extraña, y cuando desapareció se vieron todos en un lugar completamente diferente al lugar de donde venían… Era prácticamente como si hubieran cruzado de un mundo a otro… Ahora estaban en una habitación grande y espaciosa, gruesas cortinas cubrían las ventanas, así que no se podía especificar si era de noche o de día, el lugar estaba lleno de polvo y la “puerta” de la que venían era un enorme espejo de pared en esa habitación, que por cierto era el único mueble que no estaba cubierto por mantas.
-¿Dónde estamos?- preguntó Yuki a su padre una vez que dejó de toser por el polvo del lugar.
-Umm… Se supone que este… este es el mundo real- le contestó.
-No luce diferente a casa- le dijo Suzuka mientras quitaba una manta de un mueble para que se viera el piano debajo de ella.
-Esto es muy extraño… se supone que después de ese campo N estaba un pasillo lleno de puertas… ¿Por qué nos mandaría aquí?- le contestó Haruka.
-No lo sé… pero si logramos escapar de esa mujer, no puede ser tan malo…-contestó Yuki.
-¿¿Escapar?? ¿¿De ella?? No me hagas reír…-le dijo riendo la pequeña a su hermano mayor- Se veía tan débil… Apuesto que en este momento debe ser comida para gatos- le dijo sonriendo.
-Subestimas mucho a tus enemigos… algún día te darán una sorpresa- le dijo su padre mientras la levantaba del suelo- No quiero que te ensucies el vestido… habrá que buscar a alguien…- dijo mirando la única puerta de la habitación.
-Buenos días, mis señores- habló por primera vez una muchacha de cabello oscuro con un traje de sirvienta que entraba por una puerta a la habitación- Mi nombre es Megumi Kakizaki, mi primera señora me encargó que cuidara de ustedes en su ausencia, disculpen mi tardanza, pero estaba preparando la comida… en un momento estará lista- ^^
Ya habían pasado siglos y a penas esa terca mujer se decidió a dejar escapar a las flores hace varios años… una por una… Por fin había comprendido que era inútil seguir con ellas a cuestas. Y vaya que se resistió a la idea… Mientras no encontraran el pedazo de roza mística que se arrancó Suigintou… era inútil seguir con las otras, por que Alice seguía incompleta… Y la búsqueda era como buscar una aguja en un pajar, los campos N eran una extensión interminable de puertas que se movían y estaban profundamente conectadas, el conejo decidió que visitaría una última puerta y por hoy sería suficiente, estaba lo suficientemente cansado como para darse por vencido ese día.
-Buenos días Suigintou-le dijo la anciana a la adolescente que salía de la casa.
-Buenos días señora Yashima… -le contestó la chica.
-¡Oh! ¿Por qué aun no me llamas abuela?- le dijo la anciana
-Por que usted no es mi abuela…Lo lamento de veras pero mi familia murió y me temo que lo único que tenemos en común es el cabello blanco- le dijo sonriendo.
-Tus padres me encomendaron cuidarte como si fueras mi nieta… ¿No es eso lo que he hecho?
-Y se lo agradezco mucho- dijo la chica- ¡Ah! Se me está haciendo tarde… Quedé de encontrarme con Shinku antes de entrar a la escuela…-
-¡Entonces corre! Tu amiga debe estar esperándote -^^
-¡Hasta la tarde! ¡Hoy también tengo práctica!-
-¡Souseiseki!-dijo la chica a medio vestir entando a la cocina del apartamento– ¡Esperame desuuu! - ToT
-¡Ni hablar! siempre es la misma historia contigo… ¿Por qué no puedes ser mas responsable?-dijo molesta su hermana gemela que terminaba de comer- Te esperaré… En la escuela. ¬¬
La puerta se abrió, revelando una enorme mansión sucedida de un jardín de rosas, el lugar lucía acogedor y las flores derramaban su fragancia a lo largo del lugar… cuando se volvió atrás se dio cuenta de lo que en realidad ocultaba el lugar. La puerta se podía abrir por fuera. Pero no por dentro. El lugar estaba ocultando algo… así que decidió bajar a investigar… Y no pasó mucho tiempo cuando descubrió al muchacho, era un humano de no mas de 20 años, tenía el cabello negro y no daba ningún indicio de haber envejecido algunos años… estaba recostado en el pasto durmiendo una siesta con un libro de cubiertas rojas entre las manos, seguramente estaba leyendo cuando terminó dormido, y al verlo de cerca, pudo reconocerlo, era el antiguo médium de la primera doncella… ¡Seguramente él podría decirle donde estaba escondida ese pedazo de roza mística! Aunque tuviera que sacárselo por la fuerza. Estaba decidido a atacarle cuando ese susurro lo detuvo.
-Buenos días…-dijo la rubia al verla llegar.
-Buenos días, Shinku… - le respondió la albina.
-¿Qué tal tus vacaciones?... oye… - le dijo - No luces nada bien… ¿Estas enferma?- le inquirió Shinku acercándose a ella.
-Estuve practicando mucho… Y he estado algo cansada últimamente… Pero no estoy enferma… Supongo que debe ser el estrés por el torneo…-dijo pausadamente.
-Pero el torneo de Kendo fue hace 3 semanas… No es para que sigas así… Sé sincera conmigo… ¿Estas bien?-
-¡Por supuesto que lo estoy! ¿Pues quien crees que soy?... ¿Por algo gané, No?... Dejando eso de lado… ¿Por qué estas usando guantes? ¿Acaso se te olvidó que estamos en Julio?- ¬¬
-jeje supongo que tienes razón, vamos… apresurémonos que si no llegaremos tan tarde y nos convertiremos en otra Suiseiseki – le dijo sonriendo y comenzando a caminar.
-Como te atrevas a tocarle un solo cabello… - susurró la voz, soltando inevitablemente una risita infantil que resonó por todo el lugar.
Era la voz de una niña, una niña pequeña… ¿También habría quedado atrapada?, ¡Qué mas daba! A él no le importaba, solo importaba la flor.
-Como te atrevas a hacerlo… Perderás algo más valioso que la vida misma- volvió a decir la voz sin la risita y en un tan dulce tono que era amenazante.
Ya había entrado a clase… Pero por alguna razón no podía poner atención a las palabras del profesor… Era ese malestar de nuevo… Sentía como salía de su pecho y bajaba hasta su cabeza… estaba muy mareada… Era una sensación horrible… Una especie de escalofrío que calaba todo su cuerpo… Y de repente… Toda su vista desapareció, ya no sintió nada y todo ese horrendo malestar se había ido.
Ahora la voz ya no sonaba lejana, estaba en su oído y solo fue un “¡shhhh!” cuando el conejo miró abajo se dio cuenta de que… ¡¡estaba totalmente cubierto por plumas negras!! Intentó forcejear para liberarse y cuando volteó hacia atrás vio a la niña. Sus cabellos eran tan negros como la noche… contrastando con sus pupilas rojas que irradiaban luz como si de fuego se tratara.
Abrió los ojos… ya no estaba en su clase… y frente a ella estaba Shinku mirándola con preocupación.
-¿Q-que sucedió?- dijo intentando levantarse pero el vértigo se lo impidió haciendo que cayera de nuevo en la cama.
-En la enfermería… Te desmayaste… - le dijo acercándose a la cama.
-¿Me desmayé?-
-Sí… Por favor deja de mentirme… ¿Desde cuando comenzaste a sentirte mal?-
-…-
-Lo sabía… ¿Por qué no dijiste nada?
-No quería preocupar a la señora Yashima… además… Ya me siento mejor-dijo levantándose y saliendo de la cama.
-Eres mala mintiendo ¿sabes?... – le repuso la rubia.
-Y tu eres mala intentando ser detective… Has visto demasiado “KunKun” Pero qué importa…-
-Como la señora Yashima está trabajando yo te acompañaré a tu casa-
-De acuerdo…-
-Souseiseki… - le llamó su hermana mayor.
-¿Qué sucede? – dijo la interceptada dejando su vaso en el pasto.
-¿Por qué te vistes como varón?- soltó.
-Por que así me siento más cómoda…-
-Pero todos piensan que de verdad eres un chico -¬¬
-Pues están equivocados – le repuso sonriendo.
-Para ti todo es muy simple… ¿sabias que hay varias chicas que quiere salir contigo?- le dijo a lo cual su gemela escupió la soda que estaba bebiendo.
-¡¡¿Q-Que?!!-
-Así como lo oyes… incluso me han pedido tu numero de celular y toda la cosa…-
-Ayer me encontré con Hiro…
-¿C-como?- le preguntó la albina a su acompañante
-Aun te gusta mucho… ¿No es así?
-No preguntes estupideces…- ¬/¬
-Vaya… veo que aun te puedes ruborizar… Entonces no estas tan enferma… jeje-
-Ya te dije que yo no estoy enferma… Solo estoy cansada… ¿Y cuando te quitarás esos guantes?
-Cuando tu aceptes que estas enferma- ^^
-Bien… Que tus manos se deshidraten en ese caso…
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-Es una broma… ¿verdad?- le preguntó a su hermana mayor.
-Por supuesto que no desu- ^^
-P-Pero yo no he hecho nada…-
-Lo sé- le dijo la chica – Pero hasta que no te vistas como una mujer de verdad vas a tener que librarlas de ese “pequeño problema” Tú sola desu - ^^
-Te dije que no te acercaras a mi Otosama… -le susurró la niña al oído- pero no me hiciste caso, conejito, jijiji-
-¿Quien eres tú?-le dijo el prisionero a la niña.
-Soy la hija del Conde Haruka Farbustein de Bayrischzell, Me llamo Suzuka Farbustein… Pero… eso ya no importa. Por que vas a morir aquí, es una lástima, me hubiera gustado mucho jugar contigo… Pero no me dejaste otra opción –le dijo la niña señalándole la sombra que se formaba detrás de Laplace y mirando a la enorme bestia negra le dijo una sola palabra que hizo que todos los pelos del demonio se erizaran al ver que la niña… no estaba bromeando –CÓMETELO-soltó la infante de repente a la bestia de plumas negras.
El agarre del monstruo era muy fuerte… Estaba quedándose sin aire cuando lo escuchó… Era el joven que antes estaba dormido y que la niña protegía con sus monstruos.
-Es suficiente, Suzuka.-llamó una voz masculina.
-P-Pero… ¡Otosama! ¡Él quería lastimarte!-
-Lo sé, pero hay algo más importante de lo que quiero hablarle… Ve a buscar a tu hermano, ¿quieres?-
-De acuerdo…- dijo la niña librando del encierro al demonio para salir corriendo a la puerta de la mansión.
-Bien. Dilo de una vez. ¿Qué es lo que quieres de mí?- le llamó el joven.
-¿Tú eres el médium de Suigintou?- le preguntó el demonio levantándose del suelo.
-¿Dónde está ella? –
-En la tierra… a salvo. Por ahora. No pienso dar mas rodeos, humano…
-¿Quieres saber donde esta su flor?- le dijo el joven.
-Sí…-
-Bueno… pues debes saber que aún si supiera donde la escondió, jamás te lo diría… Así que aún no veo la razón por la que estas aquí- ^^
-¿Cuánto tiempo has estado encerrado en esta cárcel?-
-…-
-Ella te abandonó aquí… En esta prisión de sueños… ¿No es así?-
-…-
-Déjame ayudarte. Yo te ayudaré a salir al mundo real… Por favor… Mírate… has estado esperándola solo dios sabe cuanto tiempo su regreso y si ella no se ha dignado a liberarte es por que simplemente no le importa lo que dejó aquí… Ayúdame a encontrar su flor… Y yo te ayudaré a salir… -
-No te creo nada- le dijo la rubia a su amiga.
-Shinku… ya déjame en paz… te dije que no tengo nada... Solo estoy cansada- le espetó entrando a la casa- Ya me dejaste en casa… ¿Por qué no te regresas a la escuela?... –Soltó mas como un jadeó que como una sugerencia.
-¡Por dios! ¿Por qué eres tan orgullosa? Solo estás enferma eso es todo… Vayamos a ver un doctor y tal vez…
-¡Basta! Por enésima vez… ¡Te digo que estoy bien!-
-¡¡Yuki!!¡¡Yuki!! – gritaba la niña en los pasillos de la mansión.
-¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué gritas de esa manera?- le espetó un niño de cabellos plateados.
-¿Qué no te das cuenta, bobo? ¡Otosama esta allá afuera con un desconocido!- le llamó su hermana menor.
-¿Alguien pudo pasar por la puerta?- dijo muy sorprendido.
-Pues parece que sí… Lo que no me explico es por que querrían entrar aquí…-
-Yo tampoco… ¿Eh? ¿A donde vas?- le llamó el pequeño al ver a la niña correr en sentido contrario.
-Otosama me dijo que te buscara… Pero nunca me dijo que me quedara contigo- le dijo sonriendo- Ese demonio debe ser peligroso… ¡Debo ir a proteger a Otosama!-
-¡Espérame! ¡Quiero ir contigo!- ToT
-Y Bien… ¿Hasta cuando vas a reaccionar?- ¬¬
-…-
- Souseiseki… Lo que te digo es serio… Te puedes meter en muchos problemas…- ¬¬*
-En realidad no entiendo por que eres tan terca… -¬¬**
-…-
-es decir, todo se podría arreglar si te comportaras de una manera normal…- ¬¬***
-…-
-¡¡¡Y No me estas poniendo atención!!!- O.ó****
-Ah… Disculpa… es que estaba leyendo esta nota…- le dijo a su hermana que recobraba la compostura.
-¿Una nota?-
-Sí… Parece que llegarán nuevos alumnos en unos días...-
-Ah… Nunca me prestas atención -¬¬
-jeje- ^^U
-Suigintou… Siempre he tenido curiosidad… ¿Por qué te gusta Hiro?-
-¿Qué clase de pregunta es esa?- -.-UU
-Pues… tú sabes que la persona a la que quiero es por que se ha ganado mi cariño… Pero... Hiro no ha dado ninguna señal contigo…-
-Ah… Es eso… - le dijo mientras se recostaba en la silla del comedor.
-Sí… Perdóname que te lo diga… Pero no me parece un chico muy especial…-
-¿Qué quieres decir con eso?- ó.o?
-Pues… No lo sé… Para serte sincera… No siento que estés enamorada de verdad… ¿Nunca lo has pensado?-
-No digas tonterías…- ¬/¬
-jejeje… Cuando te enamoras es algo mucho más grande de lo que he visto en ti. Es como si perdieras el piso… Se te olvidan las cosas… Y sientes como si todas las cosas malas desaparecieran-
-Eso no es estar enamorada… eso es tomar Valium – le dijo riendo
-¿Con que eso piensas? Pues estoy segura que habrá un momento en el que tú sentirás todo eso junto... Y mucho más… Y yo voy a reírme de ti - ^^
-Sí, como no…. - ¬¬U
-¿Y bien?-
-¿Bien qué?- le contestó de manera altanera el joven.
-Déjalo en paz, Laplace- sonó una voz femenina entrando al campo N por una abertura.
-Artemisa…- le dijo el joven.
-Sé sincero… Y no lo hagas por ti… hazlo por esos niños… O… ¿Es que no te importan?- le llamó la mujer.
-¡¡No digas estupideces!! ¡Esos niños son lo más valioso que poseo!
-Igual pensamos nosotros… Nuestro Otosama es lo más valioso que tenemos… Y si él quiere quedarse en este lugar… Nosotros nos quedaremos con él- dijo el pequeño saliendo de la casa- ¿No es así, Suzuka?
-Por supuesto… Si tú deseas quedarte, nosotros nos quedaremos contigo- ^^- Pero… si lo que tu deseas es salir de este lugar… Igual te seguiremos- dijo la niña acercándose a Artemisa, para sonreírle- Disculpa… ¿Pero quién te has creído para dirigirte así a mi Otosama?-
-Tú eres… La hija de la primera Rozen Maiden…- le dijo la mujer.
-Yo no tengo madre -le replicó comenzando a molestarse.
-Suzuka…-le llamó su hermano viendo a la abertura por la que acababa de entrar Artemisa comenzaba a cerrarse.
-Es completamente que nuestro Otosama quiere salir de este lugar…-dijo la pequeña- Así que… Yo misma lo sacaré de aquí-suspiró mientras alzaba las manos al aire y el cielo del campo N se obscurecía… No eran nubes ni nada por el estilo… Eran… ¡Eran monstruos! Bestias hechos de plumas negras… algunos amorfos y otros con forma de enormes serpientes- Ellos son mis mascotas… Y cuidarán de ustedes mientras nosotros no estamos- le alcanzó a gritar a Artemisa antes de entrar por el mismo agujero por el qué ya habían entrado su hermano y su padre.
La puerta por la que cruzaron no era normal… era una sensación extraña, y cuando desapareció se vieron todos en un lugar completamente diferente al lugar de donde venían… Era prácticamente como si hubieran cruzado de un mundo a otro… Ahora estaban en una habitación grande y espaciosa, gruesas cortinas cubrían las ventanas, así que no se podía especificar si era de noche o de día, el lugar estaba lleno de polvo y la “puerta” de la que venían era un enorme espejo de pared en esa habitación, que por cierto era el único mueble que no estaba cubierto por mantas.
-¿Dónde estamos?- preguntó Yuki a su padre una vez que dejó de toser por el polvo del lugar.
-Umm… Se supone que este… este es el mundo real- le contestó.
-No luce diferente a casa- le dijo Suzuka mientras quitaba una manta de un mueble para que se viera el piano debajo de ella.
-Esto es muy extraño… se supone que después de ese campo N estaba un pasillo lleno de puertas… ¿Por qué nos mandaría aquí?- le contestó Haruka.
-No lo sé… pero si logramos escapar de esa mujer, no puede ser tan malo…-contestó Yuki.
-¿¿Escapar?? ¿¿De ella?? No me hagas reír…-le dijo riendo la pequeña a su hermano mayor- Se veía tan débil… Apuesto que en este momento debe ser comida para gatos- le dijo sonriendo.
-Subestimas mucho a tus enemigos… algún día te darán una sorpresa- le dijo su padre mientras la levantaba del suelo- No quiero que te ensucies el vestido… habrá que buscar a alguien…- dijo mirando la única puerta de la habitación.
-Buenos días, mis señores- habló por primera vez una muchacha de cabello oscuro con un traje de sirvienta que entraba por una puerta a la habitación- Mi nombre es Megumi Kakizaki, mi primera señora me encargó que cuidara de ustedes en su ausencia, disculpen mi tardanza, pero estaba preparando la comida… en un momento estará lista- ^^
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