Aügment [Rozen Maiden]

por Barasuishou Sáb Dic 01, 2007 6:38 am

Prólogo.

-Tenshi-sama... estoy casi segura que voy a morir pronto... -
-No digas estupideces... Si fueras a morir ya lo hubieras hecho con toda la energía que gastamos en el alice game del jardín de las rosa rojas, además eso lo has dicho desde que nos conocimos y ya han pasado 5333978 minutos de eso- replicó la muñeca.
-Pero... yo lo presiento... lo puedo sentir... yo ... escuche a los doctores... ellos necesitan el lugar... yo no tengo remedio... dentro de poco me harán otra operación... estoy casi segura que eso lo definirá todo – dijo a media voz la moribunda.
-¡Tú no morirás!, eso te lo puedo asegurar—dijo por ultima vez saliendo de la ventana en la que estaba sentada.

-Vamos solo es una taza de té... – dijo la rubia.
-No tengo ganas de tomar té... muchas gracias...- dijo melancólicamente su acompañante.
-hace mucho tiempo que no veo a Kanaria... ¿has sabido algo de ella?
-Ja a esa chibichibi debe de estar pasándola mal... es una de las ovejas negras y no merece el título de rozen maiden-.
-¿Tu crees?...-

En otro lugar.
-Kana-chaaaan! Donde estas! Te compre un vestido nuevoooo ToT
-auxilioooo kashiraaaaa X.x (desde la lavadora de ropa)

-A Hinaichigo le gustaban mucho estos postres... creo que se llaman... –
-Unyuu... a esa chibichibi le gustaba todo lo que tenia azúcar- dijo a media sonrisa
-sí...- dijo mientras bebía de su taza.
-Esto... es... té houji... a Souseiseki le gustaba mucho... yo... ¡ahora vengo!–dijo corriendo hacia la habitación de Jun.

-Hola, Soy yo... hace mucho tiempo que no venia a verte... lo siento... hace rato estaba tomando té houji con Shinku... ¿sabes lo rara que es ella? Yo pensé que solo disfrutaba del té negro pero... veo que me equivoqué ... jeje, lamento no haber venido antes... por que ¿sabes?... hasta hace poco me di cuenta de lo que pasaba en realidad... tú no te has ido... prometimos que siempre estaríamos juntas y lo estaremos... yo... ¡encontraré tu roza mística!... hermana... yo... vine a dejarte esto- dijo la niña dejando frente a la caja una taza de té.

-Esa niña es demasiado extraña... no entiendo por que sigue con eso... yo... ¡Aghhhhhh!- sintió como un enorme dolor en el pecho la hacia desvanecerse y caer en picada hasta el suelo.
-Vaya ... parece que el cuervo por fin ha caído del cielo... – dijo una figura que veía la escena a través de un espejo de mano.

-Jun ... ¿Tu crees que haya sido bueno dejarlas solas? .-.
-No tiene nada de malo a veces es buena la soledad... te da mucho tiempo para pensar en lo que ha estado bien y en lo que ha estado mal de tus acciones...
-Jun .... que maduro te oyes ...
-No digas tonterías y ayúdame con esto- dijo señalando la pila de libros que había que llevar a casa.
-ahhh, pero tú ya te regularizaste en la escuela ... por que sigues estudiando tiempo extra? – ToT
-si quiero entrar a esa escuela debo esforzarme mucho mas... no me daré por vencido... además ¿la practica del club de lacrosse ya se terminó? ¿No?
-Si...
-¡Pues entonces deja de quejarte y ayúdame con esto!
-ToT

El dolor era insoportable... no podía ni siquiera abrir los ojos... creía que había caído sobre algo... pero no podía sentir nada mas que ese profundo dolor que salía desde el interior de su cuerpo... no lo entendía... ¿qué había pasado?... ¿era por que ella era un modelo defectuoso? ¿Por que otosama permitía esto?... era un dolor que provenía del interior de su pecho... no supo cuanto tiempo estuvo en el suelo ... hasta que se desmayó.

por Barasuishou Vie Dic 07, 2007 4:53 am

Capitulo I. El delirio del Mercurio

¿Por qué estaba sucediendo esto? Nosotras hubiésemos sido muy felices, no necesitábamos pelear, ¿Por qué nuestro padre no hizo esto? ¿Realmente era necesario? Perdí a dos hermanas... y puedo perder a más si no hago algo…

Los ojos de la chica estaban cristalizándose, estaba a punto de llorar cuando escuchó la voz.
-¡Ya llegué!-
-¿Y Nori?- Dijo la rubia recibiéndolo con la mirada algo baja.
-Se tuvo que quedar a su práctica de lacrosse- Dijo Jun mirándola atentamente -¿Estas bien?-
-¿Por qué no habría de estarlo?-
-No… Por nada… Shinku… desde hace tiempo… necesitaba decirte algo…
-¿Ah sí? ¿Y de que se trata? – Dijo levantando la mirada en su usual tono frío

Ella intentó abrir los ojos pero seguía algo aturdida… sentía como toda la cabeza le daba vueltas y aun no podía procesar lo que acababa de suceder, cuando escucho la voz.

-Jovencita… ¿Te sientes bien pequeña? – dijo una voz dulce, pero ella aun estaba demasiado mareada y confundida para contestar y la luz se acabo de nuevo. – ¡Oh! Pobrecilla, seguramente la asaltaron… y por eso le pasó esto…

-¿Por qué siempre tiene que ser así contigo?- o.ó
-Por que soy tu muñeca y si yo digo “salta”, tú dirás “¿Qué tan alto?” ¿entendido?- dijo la rubia.
-¡Pero ya te lo expliqué!, vendrán unos compañeros del colegio a hacer una tarea y no puedes pasearte por aquí…-.
-¿Por qué?-
-Tal vez es porque eres una muñeca viva- dijo con sarcasmo.
-No me quedaré con la médium de Kanaria y es mi última palabra.- dijo la rubia entrando en su caja y cerrándosela en la nariz.
-¿Pero que tiene de malo?-
-Dijiste que Suiseiseki irá con sus abuelos ¿Por qué yo no me pude quedar con ella?- dijo la voz desde la caja.
-Estarás mas cómoda en el departamento de Kusabue es mucho mas amplio- dijo el chico evadiendo la pregunta.
-¡Me niego!, esa mujer es una desquisida…
-Pues Suiseiseki es una gran competencia para Kusabue… -Dijo riendo.

Cuando abrió los ojos y vio el lugar no lo reconoció de inmediato, era una habitación pequeña con piso de madera, al estilo antiguo, la decoración del lugar era muy pobre, apenas había un espejo de pared, estaba recostada en un futón, se levantó despacio, el dolor y el mareo habían desaparecido por completo pero… ¿Dónde estaba?
-Que bien… veo que ya te sientes mejor-dijo la anciana que estaba a su lado a la que aun no había visto- Dime… ¿te sientes mejor?
-Yo… estoy bien-titubeó.
-bueno… ¿Me podrías dar la dirección de tus padres?-dijo la anciana de nuevo.
-¿Mis padres?-
-Sí, para que vengan a buscarte-.
-No lo conozco-.
-¿Cómo?-
-Aún no conozco a mi padre…-.
-¡Lo siento! No sabía eso… pero una jovencita como tú no debería andar sola por las calles… eso es demasiado peligroso, ¿Esos maleantes no te hicieron daño?

Un momento… ¿Por qué la mujer no estaba asustada? Ella era una muñeca viviente… ¿Maleantes? ¿JOVENCITA?... Entonces fue cuando la verdad le cayó como un balde de agua fría, muy lentamente volvió el rostro hasta el espejo de pared que había en la habitación

-Aún no sé como conseguiste que llegara aquí pero felicidades… lo lograste- dijo la rubia desde uno de los brazos en la que la tenía aprisionada su dueño con un tono sarcástico.
-Vamos, Shinku… no seas así, tómatelo como unas pequeñas vacaciones con tu hermana mayor- Dijo el chico en tono conciliador pero sin aflojar su agarre un milímetro.
-¡Sí! ¡Ya verás que nos divertiremos mucho!- Dijo Micchan mientras que Shinku se sujetaba a Jun como un gato.

A mercury lamp le habían sucedido muchas cosas, ya que había vivido mucho, pero ningún acontecimiento, ni siquiera la traición de su amada hermana le habían afectado tanto como lo que estaba viviendo en ese preciso instante, frente a el espejo se encontraban sus propias facciones… pero era una Suigintou petrificada… ¿de qué?¿Miedo? ¿Desesperación?, no lo supo… solo sabía una cosa… quien le había hecho eso habría de pagarlo con su sangre y sería el almuerzo de sus dragones.

-Yo… Soy una… una… humana -Dijo con voz entrecortada antes de desmayarse por tercera vez en la semana.

En la habitación del espejo, Casa Sakurada

-¡Hey! Chibihumano... ¿Por qué me has traído hasta aquí?- dijo la castaña.
-Necesito que me ayudes con Shinku…-
-¿Shinku? Pero si ella no tiene nada… de hecho ¡a veces pienso que ni siquiera le importa lo que le pasó a nuestras hermanas!- Gritó al fin con una voz llena de rencor.
-No lo puedo creer… - Le dijo Jun casi gritándole -¡Sigues siendo una simple niña egoísta!¡Ella es la mas afectada y tu te has centrado tanto en tu propio dolor que no has sabido ver lo que en realidad sucede!¡Tus hermanas están heridas!¡Shinku está herida!, ella es una persona demasiado introvertida… jamás permitiría que la vieran… pero… yo lo puedo sentir… Puedo sentir su dolor… es una sensación que se acumula dentro de ella y en cualquier momento va a salir… Yo… yo… no quiero verla así… No quiero que siga sufriendo en silencio… Yo lo hice así y sufrí mucho más de lo que pude haber sufrido…
-Jun…-
-Así que por favor… Te voy a pedir que seas mucho más atenta con ella si yo no puedo serlo, si tú estas triste, la tristeza que oculta tu hermana aumentará… ¿de acuerdo? – Dijo el chico mas calmado.

-¡Kana-chan!¡Shinku-chan!¿Donde están?- gritaba la chica buscando a las muñecas.

En otro lugar del departamento

-QuenomeveaQuenomeveaQuenomevea - >x<
-¡Pero que tonta eres! ¡Pues claro que no te debe de ver! Estamos jugando a las escondidas y si nos encuentra perderemos Kashiraa o.ó
-…- -.-U

Molesta era ser pobre en adjetivo para describir la situación de la ahora mujer, estaba furiosa, había salido corriendo de la casa de la anciana para solo encontrarse en la calle, ¿Cómo demonios había llegado hasta allí? ¿Dónde estaba meimei? ¿Por qué no podía usar los espejos para moverse? ¿Qué le había sucedido? O mejor dicho… ¿Quién le había hecho eso? Tuvo que caminar algunas calles para darse cuenta de su situación… Estaba completamente perdida… Las calles eran todas iguales, ni siquiera el haberlas sobrevolado todas antes le ayudaba, lo odiaba, odiaba caminar, odiaba estar perdida, pero sobre todo ahora odiaba al autor de su desgracia.

Después de 9 semáforos, romper parte del vestido que la bondadosa anciana le había prestado, atravesar una parque, un puente, 3 autos que casi la arrollan, el gruñido de todos los gatos que se le atravesaron, una invitación a salir y muchas pero muchas personas mirando con curiosidad a la chica albina que no daba indicios de haber nacido en Japón o por lo menos en alguna de las galaxias circunvecinas, finalmente llegó a su destino.

-Shinku... No sé que fue lo que me pasó… ¡pero alguien va a pagar caro por esto!- Dijo mirando la puerta con furia llena una respiración agitada, una chica de cabello albino enmarañado y lleno de ramitas al pie de la casa Sakurada.

Aügment [Rozen Maiden]

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